¿Dónde pasamos más tiempo? Algunos dirán que están más horas en casa, otros en el trabajo. Y muchos asegurarán que pasan demasiados días de viaje. Pero lo que no podemos obviar es que, en la vida moderna, donde pasamos más tiempo es dentro de edificios. El confort ha aumentado muchísimo en las décadas recientes, y si bien años atrás cuando se tenía calor en casa durante el verano lo normal era ir a dar una vuelta, hoy en día lo normal es encender la climatización. Por eso, maximizar nuestra calidad de vida en interiores ha de ser algo que tengamos muy en cuenta.

Igualmente, disfrutar de una gran calidad de vida dentro de casa no significa que en invierno podamos estar en manga corta como si fuera verano, ni tampoco que debamos tener la casa llena d electrodomésticos o aparatos que supuestamente nos hagan todo más cómodo. A veces, menos es más y lo realmente importante es fijarse en aquello que protege nuestra salud y mejora nuestro día a día.

¿Qué es lo más importante a tener en cuenta cuando se trata de la calidad de vida en interiores? Sin duda, del aire que respiramos. Normalmente, nos preocupamos siempre de la contaminación en las ciudades y de no dejar que nos invada el humo del tráfico. Pero es también muy habitual que no estemos pendientes del enemigo de nuestros hogares, el aire viciado. Y ese, es el que se produce cuando no existe una renovación de aire en interiores.

De la temperatura del aire y de su calidad dependerá nuestra comodidad en casa y también la salud en general. No basta con tener calefacción en invierno y aire acondicionado en verano, sino que hemos de tener en cuenta esos peligrosos enemigos que son la humedad, el aire contaminado o los ácaros y gérmenes, entre otros.

Algunas de las acciones que influyen en la calidad de vida en interiores son:

  1. La iluminación. No es lo mismo vivir en un sótano que en un ático, pero en realidad la iluminación natural y la artificial es algo que podemos elegir y que, además de mejorar nuestra eficiencia energética en el hogar -y por tanto el consumo de luz-, también nos ayuda con el confort en interiores. Aprovecha la luz natural siempre que sea posible, pero en días de verano muy soleados trata de minimizar el impacto de los rayos solares con cortinas y persianas. Puedes optar por sistemas de automatización para lograr que las persianas se ajusten a las necesidades del día. Por otro lado, utiliza bombillas LED y no escatimes en luz, sino en potencia no eficiente.
  2. Mobiliario justo. Menos es más, también cuando decoramos los hogares. Las estancias espaciosas -sin importar si son de gran tamaño o pequeñas- son mucho más confortables. Almacenar trastos no es bueno para la comodidad en casa y además hace que nunca estemos tranquilos.
  3. Colores neutros. Las paredes blancas y el mobiliario en blanco y negro son estrategias de diseño que vuelven a estar de moda. Hay que evitar las paredes de colores oscuros y sobre todo chillones, como son el rojo, el naranja o el amarillo. Dichas tonalidades pueden hacer que, por la noche, nos cueste conciliar el sueño.
  4. Climatización ajustada. No hay que abusar del frío ni del calor. Es beneficioso gozar de unas temperaturas de unos 21ºC en invierno y de 26ºC en verano. Si no, será poco natural y además de un gasto innecesario en energía notaremos grandes cambios al salir a la calle.

 

No dudes que, de estos consejos para mejorar la calidad de vida en interiores, depende tu comodidad en casa.

 

La ventilación para mejorar la calidad de vida en interiores

¿De qué dependerá sobre todo nuestro confort en casa? Sin duda, de la necesaria renovación del aire. El gran problema de la climatización tradicional, como es la calefacción y el aire acondicionado, es que no crean una circulación que extraiga el aire de mala calidad, ni tampoco permiten que la humedad o los malos olores se vayan de casa. Peor aún, al tener las ventanas cerradas para mantener el calor en invierno y el fresco en verano, lo que se genera es una masa de aire viciado que puede provocar enfermedades, malestar y malos olores, entre otros efectos negativos.

Para evitar esto, la mejor solución es optar por una solución de ventilación mecánica. De esta manera, es posible renovar el aire de manera automática. Si se trata de un sistema de doble flujo incluso podemos impulsar aire del exterior, totalmente renovado, que además ha sido filtrado previamente para ser más puro incluso que fuera del hogar. Además, dicho proceso se realiza de forma totalmente automática gracias a sensores y dispositivos de medición, tanto para la calidad del aire como para la humedad y la contaminación.