RITE y ventilación

En las últimas décadas, las normativas en construcción han tomado un papel principal en el sector inmobiliario y residencial. El Código Técnico de la Edificación se ha actualizado a los tiempos actuales y a las necesidades de un sector en el que ahora prima la eficiencia energética y la salud. Y desde hace algo más de dos décadas, existe también el RITE, cuyas siglas significan Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios, que fue aprobado por Real Decreto en el año 2007.

¿Qué es lo que aporta el RITE en el sector de la construcción? Principalmente, se trata de la norma que establece las necesidades de eficiencia energética y también seguridad que todos los edificios deben llevar a cabo al realizar instalaciones térmicas.

Primero de todo, ha de entenderse qué es lo que el RITE considera como instalaciones térmicas. Normalmente, suelen ser las siguientes:

  • Sistemas de calefacción y calor en el hogar y en centros de trabajo.
  • Aparatos de aire acondicionado y otros mecanismos de refrigeración.
  • Ventilación mecánica o híbrida para la renovación del aire.

La aplicación del RITE nunca tuvo carácter retroactivo, por lo que únicamente se ha de tener en cuenta en los edificios de nueva construcción y en aquellos que vayan a ser reformados o que experimenten procesos de mantenimiento, si bien se excluyen las instalaciones térmicas de procesos en la industria o la agricultura.

Básicamente, toda nueva obra o proceso de reformas deberá aplicar la normativa y las exigencias especificadas en el RITE.

El carácter más técnico y específico del RITE en comparación con el Código Técnico de la Edificación hace que se disponga en Instrucciones Técnicas, conocidas como IT. En dichas instrucciones se presentan exigencias en el mantenimiento de la calidad térmica del ambiente o por ejemplo que aseguren el ambiente acústico. Se hace especial hincapié en limitar el nivel de ruido y las vibraciones en las instalaciones térmicas, un problema muy asociado a los sistemas de climatización y de aire acondicionado tradicionales. De la misma manera, es muy importante en las Instrucciones Técnicas del RITE asegurar la calidad del aire interior.

Respecto a la calidad del aire a respirar en interiores, el RITE especifica que es imprescindible contar con un sistema de ventilación que aporte el caudal de aire necesario desde el exterior. A la misma vez, ha de ser capaz de extraer el aire que haya perdido calidad debido a la actividad en interiores, como sucede al cocinar, trabajar, limpiar o simplemente hacer uso de las estancias.

Algo muy importante a la hora de tener en cuenta las exigencias del RITE en relación a la calidad del aire interior es que, si estamos analizando edificios de viviendas, la normativa a seguir deberá ser la incluida en el Documento Básico HS3 del Código Técnico de la Edificación. En este caso, el RITE se aplicará para todos los otros tipos de construcciones y proyectos, como pueden ser los centros de trabajo y ambientes laborales.

 

¿Cómo tiene en cuenta la calidad del aire interior el RITE?

 

El RITE, al tratarse de una normativa mucho más técnica, no se refiere de manera global a la pérdida de calidad de aire o a un mal estado de lo que respiramos. En lugar de referirse a la extracción del aire habitualmente -como sí se tiene muy en cuenta en el CTE-, el RITE se centra en la aportación de aire a espacios públicos o en los que se reúnan muchas personas.

La normativa en instalaciones térmicas busca que los edificios y locales interiores cuenten con unos niveles de calidad de aire, en función del tipo de construcción que sean y sus funcionalidades:

  • IDA 1, aire de óptima calidad. Es el de mayor calidad y ha de ser el requerido en hospitales, centros médicos, laboratorios y centros de cuidado de niños como las guarderías.
  • IDA 2, aire de buena calidad. Es el exigido en oficinas, zonas comunes en hoteles y apartamentos, espacios públicos, colegios y otras zonas.
  • IDA 3, aire de calidad media. Requerido en los edificios comerciales, los cines, los teatros, las habitaciones de hoteles, los centros de hostelería, los gimnasios y otros espacios de ocio.
  • IDA 4, aire de baja calidad. No apto para ningún espacio.

A partir de las especificaciones en cada uno de los apartados recogidos en el RITE, el siguiente paso importante será calcular el caudal de ventilación para cada uno de estos escenarios.

La mejor manera incluida en el RITE para el cálculo del caudal -o al menos la más común- es el método indirecto de caudal de aire exterior por persona. En este cálculo no es necesario tomar mediciones de los niveles de dióxido de carbono o de las partículas que se requieren en otros métodos. Si bien no es el más efectivo, por lo que finalmente es siempre preciso realizar un tipo de cálculo en función del tipo de proyecto, de manera personalizada.