Reducir la contaminación

La polución se ha convertido en uno de los principales problemas de las ciudades, y también en una de las metas de los gobiernos por lograr recortar el volumen de emisiones negativas. Si bien es en los países en vías de desarrollo donde el problema es mayor, en España hay días que algunas ciudades ven como los indicadores alertan de una alta suciedad en el ambiente, sobre todo en lugares como el centro de Madrid. Por eso, reducir la contaminación en ciudades es una prioridad que no debe dejarse de lado.

El aire en demasiados centros urbanos se llena de CO2 o dióxido de carbono, además de otros gases que igualmente son nocivos para la salud, además de contaminar la atmósfera y aumentar el negativo efecto invernadero. Los residuos o la contaminación de las aguas y el aire también son fenómenos que provocan situaciones tóxicas en los lugares donde vivimos.

Lo primero que tendríamos que entender es qué contamina la atmósfera de nuestras ciudades. Normalmente, el debate principal de las acciones a tomar por parte de los gobiernos se pone en el tráfico. Controlar la entrada de los coches y también las emisiones. Pero, en realidad, ¿es el tráfico el mayor contaminante en las ciudades?

En la mayoría de ciudades, el gran contaminante es en realidad la actividad en interiores. Los edificios son los que generan más polución en nuestros centros urbanos. El proceso constructivo y también el uso en todo su ciclo vital es lo que genera más contaminación en las localidades de nuestro país. Debido ante todo al elevado consumo de energía para la climatización, que es lo que requiere un mayor consumo en hogares y centros laborales. En cualquier caso, las soluciones que pueden aplicarse para paliar las emisiones y reducir la contaminación en ciudades son muchas y también muy variadas.

 

Medidas para reducir la contaminación en los centros urbanos

 

contaminación exterior

Si tenemos en cuenta que los edificios son tan contaminantes en las ciudades, se deberían tomar medidas para paliar sus efectos negativos. No obstante, hay muchas otras medidas a tener en cuenta, ya que el óxido de nitrógeno o las partículas en suspensión -que son las responsables de la mala imagen de los cielos de las ciudades- suelen originarse debido a los humos que se emiten en las ciudades:

  • Fomentar el uso del transporte público. Muchos gobiernos locales apuestan principalmente por ello, con el uso del tren o del metro como mejores alternativas al viaje en transporte privado. Si se mejora la red de transporte público, con mayores pasos de frecuencia, se mejora la emisión de gases de efecto invernadero.  En el caso de los autobuses, es importante apostar por tecnologías eléctricas y de menor consumo. El biogas es también una buena alternativa.
  • Restricción del tráfico. Es una medida que va de la mano con la anterior. La primera medida es siempre la apuesta por un transporte público atractivo y que suponga una alternativa real. Y en el caso de que no se pueda solventar el uso del coche en algunos casos, una medida que suele ayudar notablemente es la de prohibir la circulación a vehículos con solo una persona. Otras medidas mucho más incisivas son las de limitar la velocidad en algunas zonas específicas o la total prohibición del uso del coche dentro de la ciudad. Madrid, por ejemplo, ha tomado esta medida.
  • Instalación de puntos de recarga para coches eléctricos. Para poder aumentar el interés por el coche eléctrico y reducir la contaminación en las ciudades al emitir menos gases contaminantes, es imprescindible que los usuarios tengan lugares donde recargar el vehículo.
  • Las medidas en relación a la reutilización de recursos y el reciclaje son también imprescindibles. Así, también se limita la contaminación que parte de los vertederos y de las fábricas. Hay que tener en cuenta que el proceso de eliminación en un vertedero es notablemente contaminante, ya que los gases resultantes de la descomposición -como el metano- son altamente contaminantes y aumentan el efecto invernadero.
  • Uso de energías renovables. La recogida de agua de lluvia y también el uso de energía eólica o de placas solares puede ayudar y mucho en las ciudades. En Portugal se planteó si, en un futuro cercano, se podría depender exclusivamente de las energías renovables.

Además de todo ello, como hemos dicho el mayor contaminante en las ciudades es el conjunto de edificios. Es imprescindible que, en los centros urbanos, podamos contar con medidas de concienciación para un uso responsable de la energía y de la climatización.

A partir de 2020, los nuevos edificios que se construyan serán de Edificación de Consumo Casi Nulo, y gracias a ello se logrará eliminar casi todo el consumo energético. Sin embargo, el parque de viviendas en España es bastante viejo, por lo que sería imprescindible fomentar las reformas enfocadas a reducir la contaminación en ciudades, que básicamente se trataría de conseguir edificios que necesiten menos energía para atemperar sus estancias.