Edificios EECN

España está a punto de dar el gran paso en eficiencia energética dentro del sector de la construcción. A partir de 2020, toda vivienda o centro de trabajo que se levante en territorio nacional tendrá que cumplir con las especificaciones de la Edificación de Energía Casi Nula (EECN), una normativa que hará que las nuevas construcciones muy poco tengan que ver con las que se han hecho hasta ahora. Pero, ¿qué supone la aparición de los edificios EECN?

Esta nueva edificación contará con muchísimas mejoras enfocadas a la eficiencia energética y a que los suministros que se necesiten en interiores sean los mínimos. Por ejemplo, se utilizarán sistemas de ventilación mecánicos y también se apostará por fuentes de energía alternativas. También la construcción tendrá que ser de gran estanqueidad y aislamiento térmico y la arquitectura requerirá de diseños que aprovechen la luz natural y la energía solar. Todo ha de integrarse de la mejor manera.

La obligatoriedad de los edificios EECN se basa en la directiva europea 31/1o/UE que rige la Eficiencia Energética en los Edificios. Dicha norma impone un antes y un después en todo lo que rige a la edificación, desde su planificación y diseño hasta su propia construcción. No en vano, uno de los retos de la Edificación de Energía Casi Nula es su propia arquitectura, si bien también supone oportunidades para el sector.

La Edificación de Energía Casi Nula impone una nueva manera de construir, alejada del ahorro de costes de fabricación y más centrada en el respeto al medio ambiente y el ahorro energético. Algunas de sus bases son:

  • Los edificios han de contar con una muy elevada eficiencia energética. Los materiales y los sistemas de ventilación han de poder garantizar este ahorro en suministros, que ha de ser casi total.
  • El confort de los usuarios ha de garantizarse con unas temperaturas cómodas en interiores sin necesidad del uso de sistemas tradicionales de climatización.
  • Las emisiones de CO2 han de reducirse casi a cero, ya que es la estrategia principal de la Unión Europea para luchar contra el cambio climático.

El problema en España es que, pese a que la normativa europea lleva mucho tiempo en marcha de manera voluntaria, no se ha apostado por la Edificación de Consumo Casi Nulo, por lo que los retos son importantes de cara al futuro inmediato de la construcción. Desde 2018, las edificaciones de carácter público han de regirse por la normativa europea, pero el grueso del sector es la construcción privada, que solo se verá afectada a partir de 2020.

Afortunadamente, ya hay en nuestro país y en toda Europa construcciones que siguen normativas que cumplen con los edificios EECN e incluso van más allá. Por ejemplo, los sellos certificadores BREEAM y Passivhaus son una manera fácil de adaptarse a la normativa de Consumo Casi Nulo con las directrices de dos emblemas reguladores que tienen mucho recorrido en el sector.

 

Requerimientos de los edificios EECN

 

Como hemos comentado previamente, los edificios EECN buscan el consumo energético mínimo y se rigen por normativa europea. Sin embargo, en España ya están incluidas las condiciones que han de seguir en el Código Técnico de la Edificación (CTE), en particular en el Documento Básico HE.

Para prescindir de los sistemas de climatización tradicionales -que son los principales responsables del elevado consumo energético en interiores- es preciso poner en marcha una serie de acciones y procesos constructivos. Los principales en la Edificación de Energía Casi Nula son los siguientes:

  1. Iluminación ecológica. Si bien todas las bombillas han de ser ecológicas o de menor demanda energética, la normativa europea EECN propone cambios de fondo en la iluminación, al promover un mayor aprovechamiento de la luz solar. Ventanas más grandes, orientación estudiada y también el uso de sistemas de automatización para encender y apagar las luces, además de regularlas, en función de cada momento en concreto.
  2. Sistemas de ventilación mecánicos. En la Edificación de Energía Casi Nula se especifica que una tercera parte del consumo ha de destinarse a la ventilación, así que su elección ha de maximizar el confort en el hogar. La opción más recomendable es la ventilación mecánica de doble flujo, ya que es capaz de climatizar sin el uso de calefacción o aire acondicionado, gracias a la recuperación de calor.
  3. Aislamiento térmico. Los materiales de construcción han de conseguir que los hogares y centros de trabajo no permitan el paso del frío o del calor en invierno y verano. De esa forma, se necesita una menor climatización, lo que favorece el consumo casi nulo.
  4. Menor climatización. Además del sistema de ventilación, se pueden instalar otro tipo de sistemas de climatización natural como son las cubiertas y fachadas ventiladas. Podemos instalar placas solares para que no necesitemos usar energía de suministro.

A partir de 2020, los edificios EECN serán una realidad, por lo que el sector ha de estar preparado para un cambio que sin duda será muy drástico.