Construcción sostenible en la Edificación de Consumo Casi Nulo
La Edificación de Consumo Casi Nulo está a la vuelta de la esquina. A partir de 2020, todas las construcciones que se realicen en nuestro país tendrán que cumplir con unos requisitos que harán que todas las viviendas y centros de trabajo puedan consumir muy poca energía, y en algunos momentos ninguna. Sin embargo, aún muchos edificadores no conocen cómo llevar a cabo esta nueva realidad en el sector. Para ello, una buena opción es utilizar la construcción sostenible en la Edificación de Consumo Casi Nulo.
Primero de todo, hemos de comentar que todo Edificio de Consumo Casi Nulo no tiene por qué haber sido construido bajo normas ecológicas que se centren ante todo en el respeto al medio ambiente. Pero sí que toda construcción sostenible cumplirá con los cánones de los Edificios de Consumo Casi Nulo.
Es por eso que este tipo de construcción respetuosa con el medio ambiente puede ser una hoja de ruta para adaptarse, en muchos casos, a la nueva normativa de Consumo Casi Nulo. ¿En qué se basa entonces la construcción sostenible? La principal definición es que se trata de edificar basándose en el respeto al entorno y al medio ambiente.
El concepto de sostenibilidad en la construcción no se queda únicamente en el respeto a la ecología, sino que va más allá:
- El desarrollo ha de utilizar el mínimo de recursos y poner el respeto por el planeta como lo más importante.
- Ha de favorecer el progreso social, por lo que la mejora para los seres humanos ha de ser real. No en factores económicos, sino de beneficios por respirar aire limpio o vivir sin contaminación.
- Los recursos han de ser utilizados igualmente de manera eficiente, lo que prima la eficiencia energética y sacar mayores rendimientos.
- Ha de promover un crecimiento económico estable y, a su vez, tratar de erradicar la pobreza.
- Es necesario no hipotecar a las generaciones futuras y ofrecer un entorno de buen crecimiento.
La construcción sostenible va más allá de los requerimientos de la Edificación de Consumo Casi Nulo, que se centra en la eficiencia energética. Y frente a la problemática del sector de la arquitectura frente a la nueva normativa, apostar por la construcción sostenible es una manera de lograr adaptarse al nuevo marco regulador y, además, poder ofrecer todo un valor añadido al respetar la sostenibilidad.
La Edificación de Consumo Casi Nulo se basa en los siguientes requerimientos:
- Iluminación controlada y ecológica. Además de bombillas de bajo consumo, es necesario ventanas que aprovechen los rayos del sol y también sistemas de automatización para evitar gastos innecesarios.
- Climatización menor. Desde la orientación del edificio hasta el uso de materiales aislantes térmicos para lograr una buena estanqueidad, se ha de reducir la necesidad de climatización en verano e invierno al máximo.
- Sistemas de ventilación mecánicos. Una tercera parte del consumo permitido en la Edificación de Consumo Casi Nulo es la que procede de la ventilación, por lo que se han de utilizar sistemas como los de doble flujo para poder utilizarlos también para climatizar las estancias sin coste.
Todos estos requerimientos se encuentran presentes en la construcción sostenible, pero la ecología aplicada a la edificación va mucho más allá.
¿Cómo se logra la construcción sostenible en la Edificación de Consumo Casi Nulo?
Construcción sostenible significa eficiencia energética igual que en la Edificación de Consumo Casi Nulo, pero pone ante todo la preservación de la ecología y un desarrollo sostenible. No se queda únicamente en el consumo del edificio, sino que promueve que los materiales hayan sido extraídos de manera ecológica y la construcción respetuosa con el medio ambiente. Algunas de sus características son:
- Utilización de materiales reciclados. Dándoles nueva vida a materiales ya utilizados en beneficio del planeta. Azulejos con botellas, alfombras con neumáticos o suelos con madera recuperada.
- Gran aprovechamiento de la luz natural. En este punto, coincide con la Edificación de Consumo Casi Nulo. Se opta por una correcta orientación y ventanas aisladas de gran tamaño.
- Materiales de bajo contenido en carbono. Para evitar las emisiones contaminantes, se ha de optar por materiales menos nocivos.
- Proximidad en la extracción de materiales. La construcción sostenible apuesta por la cercanía, así se contamina menos en el transporte por carretera de los materiales.
- Uso de energías renovables. Como puede ser la energía solar o incluso el aprovechamiento del viento. Ambos recursos están disponibles en grandes cantidades y pueden ayudar a recortar la contaminación. Igualmente, mejora el consumo además de la preservación del planeta.
- Eficiencia en la instalación del agua. Sistemas de cisterna e inodoros de doble descarga. Igualmente, es posible optar por los sistemas de recogida de agua de la lluvia.
Quedan pocos meses para la implantación definitiva de la Edificación de Consumo Casi Nulo y la construcción sostenible puede ser una manera de aprovechar el conocimiento en esta materia para adaptarse a la nueva normativa.
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