Smart Homes

El mundo conectado ha transformado nuestra forma de vivir. Desde la palma de la mano podemos controlar nuestras finanzas, contratar servicios o descubrir qué está ocurriendo al otro lado del planeta en tiempo real. Y todos los sectores económicos y productivos quieren estar a la vanguardia de este cambio, también el inmobiliario y el de la construcción. Las casas inteligentes, más conocidas como smart homes, llevan nuestros hogares a un control automatizado de la energía y también del confort. Pero también a una nueva forma de disfrutar en el hogar.

Sin embargo, las smart homes son más conocidas por sus funciones de entretenimiento y multimedia. Como son por ejemplo los populares altavoces con reconocimiento de voz conectados a Internet. Pero, más allá de ello, la principal función de las casas inteligentes es la de convertir los hogares en viviendas adaptadas a las ciudades inteligentes. Por ello, lo principal es su apuesta por la eficiencia energética y la sostenibilidad.

La principal característica de las viviendas inteligentes es la centralización de la energía y otros aspectos a través de un sistema informático, que en la actualidad suele estar basado en sistemas operativos como Android o iOS. A través de él pueden controlarse:

  • Las luces, tanto si han de estar encendidas o apagadas como su intensidad.
  • El control climatológico en relación a la información que exista en la red sobre cada momento en concreto.
  • Los sistemas automáticos de ventanas para hacer uso de la iluminación natural.
  • El funcionamiento del sistema de ventilación mecánico para extraer o introducir tanto aire como fuera necesario.
  • La automatización de los sistemas de climatización eficientes, como las unidades de recuperación de calor, además de otro tipo de soluciones.
  • La seguridad y las alarmas, en conexión con las centralitas policiales.
  • Electrodomésticos inteligentes que pueden avisarnos si, por ejemplo, falta algo en la nevera.
  • Centros de entretenimiento y de búsqueda en Internet.

En numerosas ocasiones se comenta que el problema que pueden llegar a albergar las smart homes es el que nazca de un mal uso de la tecnología por parte de hackers o piratas informáticos, si es que puedan llegar acceder a la información de un hogar, o incluso romper las barreras de seguridad. Pero, además de que los sistemas domóticos cuentan con un gran nivel de protección, ha de tenerse en cuenta que si controlamos nuestro dinero en los bancos a través del teléfono o que tenemos todos nuestros datos en la nube, las casas inteligentes también son lo suficientemente seguras como para confiar en ello.

Según un informe de Ericsson Consumerlab, en España los dos principales intereses de los consumidores en las smart homes son la salud y la eficiencia energética. Para ello, una de las mejores soluciones es un sistema de ventilación mecánico de doble flujo, que mejorará las condiciones del aire en el hogar y además generará un ahorro sustancial en la factura de suministros en el hogar.

La ventilación de doble flujo es uno de los sistemas más eficientes y, además, ideológicamente compatibles con las casas inteligentes, ya que incorpora medidores de temperatura y de humedad, además de ser capaz de detectar la calidad del aire o la ocupación de las estancias. De esa manera, adapta la entrada de aire a las necesidades del hogar. Igualmente, es capaz de filtrar el aire para que lo que se respire en interiores sea incluso mejor que en exteriores.

De la misma manera, los sistemas de ventilación mecánicos pueden incluir una unidad de recuperación de calor, capaz de convertir el aire frío en caliente, y viceversa. De esa manera, es posible prescindir de la climatización tradicional, convirtiendo al inmueble en una vivienda de alta eficiencia energética, como se exige en las casas inteligentes.

 

¿Cuál es el futuro inmediato de las smart homes?

 

ciudades inteligentes

Podríamos decir que las smart homes son viviendas casi del presente. Como hemos comentado, en las ciudades inteligentes lo más importante es empezar por las viviendas, así que de cara al presente es preciso apostar por ello.

Además, los costes no son tan elevados como se cree. De la misma manera, las soluciones en eficiencia energética logran que la inversión se recupere en un tiempo prudencial. El sector está volcado en ello y poco a poco los consumidores lo asumirán como una inversión natural.

En cualquier caso, el gran avance para las casas inteligentes es la normativa actual. En 2020, todas las construcciones de obra nueva tendrán que cumplir los requisitos europeos de la Edificación de Consumo Casi Nulo. Y en esta normativa, las tendencias necesarias en eficiencia energética se llevarán a cabo de manera obligatoria.

Una de las preguntas recurrentes, no obstante, es si el viejo parque de viviendas puede subirse al tren de las smart homes o se queda fuera. Y la respuesta es que todo hogar, sea nuevo o no, puede llevar a cabo estas reformas y adaptarse a un modo de vida más inteligente y eficiente. Si bien es más fácil en las nuevas construcciones, es posible llevar a cabo muchas medidas en el viejo parque de viviendas. Por ejemplo, los sistemas de ventilación pueden instalarse en hogares que ya estén construidos. Todo dependerá de cómo los consumidores vean el valor de este tipo de soluciones.