Aislamiento térmico

Llega el invierno y muchos de los hogares apuestan por encender la calefacción. O aquellos que notan que sus hogares son demasiado fríos se plantean instalar un sistema de climatización tradicional. Pero, si queremos mantener una temperatura agradable y que las bajas temperaturas no penetren en casa, lo más eficiente energéticamente es apostar por el aislamiento térmico. Al fin y al cabo, es la manera que más nos hará ahorrar en energía en el hogar.

En España, el parque de edificios antiguo cuenta con muchas viviendas en situación bastante deficiente a nivel de estanqueidad. Son esos hogares en los que hace mucho frío en invierno y demasiado calor en verano. Si, además, están ubicados en las plantas más elevadas de un edificio, la sensación térmica puede ser muy negativa.

Cuando llegaba el invierno, lo que se decía comúnmente era que, si tenías frío, te pusieras una manta. Pero, ¿no sería mucho más eficiente ponerle una manta a la casa? Así se evitaría el malestar en todo el hogar. Pues de eso trata el aislamiento térmico, es una manta que protege al hogar del temporal exterior. Y, al contrario que las mantas que usamos nosotros, ayuda a tener un buen confort climático tanto en verano como en invierno.

Hoy en día, las casas se hacen mucho más aislantes y se respeta más la estanqueidad, pero en el pasado se buscaba minimizar el coste y compensar con sistemas de calefacción y aire acondicionado. Eso hace que hoy demasiados hogares padezcan problemas de pobreza energética, ya que tienen un consumo desmesurado en suministros para poder mantener sus estancias refrigeradas o calientes.

Si compensamos la manera en que el frío se filtra en nuestras casas con un mayor consumo de calefacción, lo que estaremos propiciando es una situación poco efectiva:

  • El calor artificial de la climatización tradicional en casas con deficiencias en su aislamiento térmico, en demasiadas ocasiones, es desigual en diferentes puntos de una misma estancia.
  • Suele alojarse el calor de la calefacción en las zonas elevadas de una estancia, dando una sensación de suelo frío y cabeza espesa.
  • No hay circulación del aire, por lo que pueden aparecer problemas respiratorios por culpa de un aire viciado.

En cambio, con una mayor estanqueidad que garantice un aislamiento térmico no tendremos estos problemas, debido a que no habrá un contraste entre el frío del interior del hogar y el calor emitido por el foco de climatización.

Ganaremos en salud y, además, economizaremos en energía. ¿Qué puede suponer poner en casa un mejor aislamiento térmico? Un ahorro en suministros del 30% al 50%.

Si tenemos una casa con mala estanqueidad o vivimos en un piso antiguo, ¿cómo podemos hacer para mejorar nuestro aislamiento térmico?

  • Es preciso cambiar puertas y ventanas. Es por la carpintería que el frío y el calor de los exteriores se filtran en los hogares. Por ejemplo, en las ventanas cada vez se utiliza más el PVC como material aislante, que nos protege hasta cuatro veces más que la carpintería de aluminio tradicional.
  • Es importante tener en cuenta que la puerta que da al exterior puede tener filtraciones que dejen pasar el frío y el calor. Resulta notable mejorar su aislamiento térmico para evitar que se enfríe nuestro hogar en invierno.
  • Es posible colocar ventanas de cristal doble en lugar de las sencillas. Crean una cámara de aire que puede recortar la pérdida de calor en invierno hasta cuatro veces. Además, en verano nos protegen igualmente.
  • Las paredes son lugares por donde se fuga el calor en invierno con demasiada sencillez. Es importante aislarlas térmicamente con poliestireno o láminas de aluminio chapado.
  • También es preciso proteger el techo, ya que podría recortar el gasto en calefacción hasta cerca de la mitad. Los rollos de fibra mineral o de vidrio funcionan muy bien en este cometido.

Con todos estos cambios lograrás que en tu hogar se respire mejor y se goce de un mayor confort, tanto en invierno como en verano. Porque el aislamiento térmico sirve para ambas situaciones.

 

Ventilación mecánica, el mejor aliado del aislamiento térmico

 

Para evitar el uso de los sistemas de climatización tradicionales y pagar grandes facturas de energía, junto al aislamiento térmico encontramos los sistemas de ventilación mecánicos. Gracias a ellos, podemos renovar el aire y eliminar el calor y el frío de forma más efectiva.

La ventilación mecánica de doble flujo es capaz de extraer el aire del interior del hogar y renovarlo con aire de la calle, que previamente habrá sido calentado al pasar por los conductos. Su gasto energético es similar al de una bombilla en muchos casos, y con ello se logra además mejorar la salud en los hogares. Junto con un buen aislamiento térmico, la ventilación mecánica consigue que, en la mayoría de las situaciones, tengamos el confort deseado en el hogar y no dependamos de los medios de climatización tradicionales.