Soluciones Passivhaus para frenar el avance del gas radón
Las casas sostenibles son el futuro inmediato de la construcción ecológica -e incluso son una de las mejores opciones para cumplir con la normativa de los inminentes Edificios de Consumo Casi Nulo-, pero también se posicionan como una gran opción para gozar de la mejor salud en el aire de nuestros hogares. No solo frente a los contaminantes que llegan del exterior, sino también de cara al gas radón, un veneno que nace en el suelo de algunas regiones españolas. Una amenaza ante la que el sello certificador Passivhaus nos ofrece sus soluciones contra el radón para poder evitar sus daños en nuestras casas.
Es la propia asociación certificadora la que ha querido sumarse a las alertas sobre los peligros del gas radón. En su página web ha explicado que, según sus investigaciones, las comunidades más afectadas por este veneno que nace en los sótanos de muchas casas son Extremadura, parte del norte de Andalucía, Galicia, Castilla y León y algunas zonas de Madrid como la sierra de Guadarrama. Unas conclusiones bastante a la par de las que podemos encontrar en el mapa del gas radón.
Tal y como recuerda el sello de origen alemán a través de su página en la Plataforma de Edificación Passivhaus, el gas radón es incoloro, inodoro e insípido. Prácticamente indetectable, por lo que no nos damos cuenta de su presencia hasta que es demasiado tarde, a menos que antes hayamos solicitado ayuda profesional. Sin embargo, sus consecuencias son muy graves: el gas radón es el segundo causante de los casos de cáncer de pulmón, solo tras el tabaco, tal y como informa la Organización Mundial de la Salud.
El origen del gas se encuentra en el uranio que se almacena en zonas graníticas de nuestro territorio, además de aguas de montaña no depuradas, materiales de construcción en malas condiciones y paredes rocosas de muchas cuevas. Se filtra en nuestros hogares a través de sótanos afectados y en casas con una ventilación en malas condiciones.
«El gas radón se introduce en las viviendas a través de las fisuras y entradas de aire no controladas», explican desde la plataforma Passivhaus. ¿La solución según el sello certificador? «La mejor forma para evitarlo es ventilando los sótanos y las cámaras sanitarias de los edificios antes de que el gas llegue a la casa». Y uno de los riesgos importantes es que, ya dentro del hogar, no basta con hacer uso de una ventilación natural o híbrida. Es por eso que Passivhaus avisa que la mejor opción es hacer uso de la ventilación mecánica de doble flujo. La única manera de asegurarse que el gas es expulsado del hogar.
¿Qué soluciones frente al radón tienen las casas pasivas?
Los efectos del gas radón y su peligrosidad es algo que aún resulta nuevo en España. Aunque se encuentren casos como el de toda una aldea afectada por este veneno que nace del subsuelo, en nuestro país aún es difícil detectar el gas y lograr los aparatos capaces de reconocer el gas tras estar instalados un tiempo en nuestros hogares.
Sin embargo, se han tomado las medidas oportunas y en poco tiempo se prevé que el panorama frente al gas radón sea muy diferente. Por ejemplo, se espera que el Código Técnico de la Edificación incluya una revisión en la que se establezca un máximo permitido de la presencia de este gas. Los expertos comunican que ha de ser de un máximo en locales habitables de 300 becquerelios por metro cúbico de aire (Bq/m3).
¿Por qué las casas pasivas de Passivhaus pueden ser una buena forma de protegerse frente al gas radón? Básicamente, porque incorporan sistemas de ventilación mecánica y aerotérmicos. De esta manera, el aire viciado se elimina de la estancia automáticamente y en todo momento. Igualmente, dichos sistemas renuevan el aire incluso cuando no hay nadie en casa, sin necesidad de abrir las ventanas.
Las casas pasivas, además, están construidas de manera que el frío y el calor no pueden penetrar debido a la gran estanqueidad que logran. De la misma manera, el gas no se puede filtrar en dichos hogares, aunque estén en zonas de alta concentración del gas.
Podemos decir que la solución frente al gas radón en una zona de alta afectación no tiene por qué ser mudarse a otro lugar. No se ha de abandonar un domicilio familiar ni abandonar una casa por ello. Con una buena ventilación, como la que ofrecen las casas pasivas, se ofrecen soluciones contra el radón. Y en este caso, no solo es el sello Passivhaus, sino cualquier otro de referencia, como puede ser también la certificación BREEAM de construcción sostenible.
Las casas pasivas son una de las principales soluciones contra este veneno, pero con la instalación en el hogar de un sistema de ventilación mecánico de doble flujo, que elimine el aire de las estancias e introduzca aire nuevo del exterior, filtrado y libre de impurezas, cualquier hogar puede hacer frente al gas radón.
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