¿Cómo afrontamos la Edificación de Consumo Casi Nulo?
Los problemas de la contaminación están ya entre las prioridades de los gobiernos de la Unión Europea, y es por ello que a partir de 2020 todas las construcciones que se realicen en nuestro país tendrán que ser Edificios de Consumo Casi Nulo. ¿Qué significa esto para la industria de la construcción? Un cambio enorme, que lleva a los edificadores a crear hogares y oficinas que prácticamente no conlleven consumo en electricidad, gas u otros suministros. Sin embargo, ¿qué retos energéticos presenta esto en un país como es España?
La Edificación de Consumo Casi Nulo tiene una serie de características implícitas, como es la necesidad de utilizar un sistema de ventilación mecánico para garantizar un correcto flujo de aire, o una estanqueidad de los edificios que solvente la fuga de calor en invierno y no deje que las estancias en verano se vuelvan muy calurosas. También los Edificios de Consumo Casi Nulo han de incorporar tecnología de energías renovables, sistemas de calefacción de agua sanitaria y aparatos de bajo consumo. Todo ello se recoge en el Documento Básico HS3 del Código Técnico de la Edificación.
No obstante, según la Unión Europea se considera que España -junto a otros países del Mediterráneo- es uno de los territorios donde menos avanzados están para poner en marcha la Edificación de Consumo Casi Nulo. Los retos energéticos de España son mayores, pero no por ello son evitables. Así que durante el próximo año se entiende que tendrán que modificarse muchas conductas en la construcción.
¿Cómo afronta nuestro país este cambio de legislación?
Principales retos energéticos en España
El sur de Europa está muy poco preparado para la implementación del Consumo Casi Nulo. Así lo certificó la Universidad de Liege, en Francia, en un estudio donde consideró que España, Italia, Portugal y el sur de Francia, entre otros, cuentan con unas barreras sociales y también climatológicas que ponen verdaderos retos energéticos para implantar la normativa europea.
Por un lado, a nivel social y desde la administración, las empresas e incluso la ciudadanía aún se desconoce mayoritariamente esta nueva forma de construir. Ha sido ahora cuando los gobiernos regionales y central han empezado a ofrecer información al respecto, y mientras en el norte de Europa es habitual hablar de ello, en España aún no.
Igualmente, el clima no ayuda en nuestro país. Muchos de los sellos certificadores especializados en casas sostenibles, como Passivhaus, han sido desarrollados en el norte del continente, donde el clima es mucho más frío. En España, además, hay tanto zonas gélidas y cómo otras muy cálidas. Y eso supone todo un reto.
Otro reto muy importante es el gran parque de viviendas español, que suma unos 25 millones de inmuebles. Dos tercios de estos tienen más de 30 años de antigüedad, eso supone un problema añadido de cara a lograr ciudades más eficientes -cabe recordar que la mayor parte de la contaminación la producen los edificios a través de la demanda de suministros-, ya que la obligatoriedad europea del Consumo Casi Nulo es solo para las nuevas construcciones.
Para lograr unas reformas centradas en los mismos criterios incluidos en el Documento Básico HS3 y que los viejos edificios también sean de consumo casi nulo se necesitará la ayuda de las administraciones. Ante todo, porque las renovaciones de edificios antiguos para adaptarse al Consumo Casi Nulo son obras mucho más caras que las mismas en edificios nuevos.
También hemos de tener en cuenta entre los retos energéticos para la construcción de Edificios de Consumo Casi Nulo que la normativa europea no expone cómo ha de adaptarse cada territorio a las obligatoriedades impuestas, sino que cada Estado ha de realizar dicha argumentación basándose en sus propias singularidades. Y, de momento, en España aún no se han dado unos criterios específicos de cómo poner en marcha este nuevo modelo constructivo. Afortunadamente, los arquitectos especializados del sector están poniendo unas bases de cómo deberá aplicarse dicha normativa.
También se ha de comentar que los cambios normativos no se quedarán para siempre en el actual estado del Documento Básico HS3. La Edificación de Consumo Casi Nulo establece que los criterios de sostenibilidad han de ser revisados en periodos de tiempo determinados, por lo que habrá que adaptarse constantemente a nuevos cambios.
Como último de los retos energéticos españoles para la estandarización de los Edificios de Consumo Casi Nulo, no hay que olvidar que España es de los países europeos menos concienciados en la necesidad de apostar por la sostenibilidad. Y eso es algo que ha de ir mejorando con los años, también es necesaria la colaboración de las administraciones para poner sobre la mesa la necesidad de respirar un aire limpio.
¿Qué se les puede recomendar a los constructores que no sepan cómo afrontar estos retos tecnológicos? Aplicar alguno de los certificados sostenibles, ya que están mucho más avanzados y cumplen con la normativa europea. Por ejemplo, BREEAM, que está en castellano y es de sencilla aplicación.
Además de las certificaciones, también existen organismos que promueven los Edificios de Consumo Casi Nulo como es el caso del Congreso EECN. El principal foro de encuentro profesional en el que abordar el estado actual de los Edificios de Alta Eficiencia y las implicaciones que representan para el sector de la edificación, la construcción, la arquitectura y los servicios relacionados en nuestro país, del cual formamos parte del Comité Técnico como expertos en ventilación inteligente y eficiencia energética.
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