Materiales de construcción

En el pasado, las constructoras utilizaban materiales de construcción que maximizaban sus beneficios y que, a menor coste, conseguían un efecto óptimo en sus edificios. Eso, obviamente, no repercutía en un aumento de la calidad de vida y confort de los usuarios que luego habitarían dichas estancias.

Era muy normal que, debido a materiales económicos y no de gran calidad, muchas de las viviendas y pisos que se construyeron hace un par de décadas o más ahora mismo tengan una dependencia excesiva de los sistemas de aire acondicionado en verano y de los de calefacción en invierno.

Sin embargo, hoy en día esta tendencia ha cambiado. En la actualidad, se ha de apostar por unas construcciones que ganen en estanqueidad. Eso significa que se dificulta la entrada de frío y de calor en épocas estivales o de invierno. Ahora mismo, la mayoría de constructores optan por un tipo de materiales que faciliten el hermetismo. Más aún si pensamos en que muy pronto la Edificación de Consumo Casi Nulo será una realidad, y en ese momento será imprescindible usar un tipo de características constructivas que apuesten por la estanqueidad.

Uno de los materiales que más se popularizaron tiempo atrás fue el pladur. Por su sencillez de instalación y su reducido precio, se convirtió en uno de los candidatos estrella para usar en las paredes de muchas nuevas viviendas. Este material de construcción que se basa en planchas de yeso podía parecer uno de los menos positivos para la ventilación del hogar, pero en realidad trajo bastantes beneficios.

Pese a su escasa rigidez, es bastante hermético contra el frío y el calor, por lo que es positivo para la ventilación. También combate mejor la humedad e incluso permite la aplicación de pinturas de manera directa. Eso nos convence de que se uso no es negativo en estos aspectos. Los problemas, en cambio, aparecen cuando se quiere instalar en las paredes de pladur, ya que son bastante endebles en comparación con los tabiques de ladrillo.

En la actualidad, lo que se empieza a usar desde hace un año son los composites sostenibles como nuevos materiales de construcción ecológicos. Proceden de fuentes naturales y se suelen aplicar en edificios rehabilitados o de nueva construcción. Cumplen con la nueva normativa del Código Técnico de la Edificación. ¿Cuál es su secreto? En instalar fachadas compuestas por varias capas que ofrecen aislamiento y protección. Suele existir una fachada ventilada exterior y otra interior con paredes de yeso. Las diferentes capas protegen contra incendios, además de protegernos del frío y del calor.

Son materiales innovadores que mejoran notablemente la calidad del aire. Y es que son capaces de eliminar los microorganismos al incrementar el aislamiento térmico y acústico, además de controlar la transpirabilidad de los sistemas de construcción.

También es muy común encontrar hoy en día materiales ecológicos en algunos de los elementos más contaminantes. Se utilizan fibras naturales y bioresinas que resulten ser termoestables en la rehabilitación de edificios. Con ello se limita el uso de los materiales tóxicos habituales que ensuciaban el aire y nuestra ventilación. En ese caso, nos referimos a los barnices, las pinturas, las colas o los productos desinfectantes, que hay que evitar sobre todo cuando se rehabilita un hogar.

De cara al futuro, existen numerosos avances en los materiales de construcción que esperan verse en los próximos años. Uno de ellos es el aluminio transparente, que quiere utilizarse en lugar del vidrio común de las ventanas. Es mucho más hermético y protege mejor. También se están probando poco a poco ladrillos que absorben la contaminación o la hidrocerámica.

 

Efecto de los nuevos materiales de construcción en la ventilación natural

 

Es gracias a los avances del sector de la construcción que hoy en día muchas de las nuevas viviendas son herméticas y necesitamos mucho menos de los aparatos de climatización. Si bien con ello hay un nuevo problema: al tener casas con gran estanqueidad, la ventilación natural se reduce notablemente.

Previamente, al cerrar las ventanas el aire se filtraba por las juntas, las puertas e incluso por las paredes. Y con ello, claro, el frío y el calor. Hoy en día, para poder ventilar una casa hermética no basta con abrir las ventanas un rato. Tal y como recoge el Código Técnico de la Edificación en su Documento Básico HS3, es preciso usar un sistema de ventilación mecánico.

Para garantizar que la estanqueidad otorgada por los nuevos materiales de construcción se complementa con una buena ventilación, necesitamos sistemas mecánicos de extracción e incluso de introducción de aire. En este caso, las soluciones de ventilación de doble flujo son las que garantizan una mayor salubridad y el caudal de aire necesario para nuestros hogares. Con aire limpio siempre filtrado y evitando problemas de contaminación en casa. Además de regular el frío y el calor para nuestro confort y bienestar.