Purificador de aire

La contaminación en los hogares es más peligrosa de lo que nos imaginamos. Los agentes contaminantes se cuelan por las ventanas o son generados en interiores y, con el tipo de construcción actual que es cada vez más estanca, resulta aún más difícil eliminar esta polución dentro de los edificios. No basta con abrir un rato las ventanas. Lo ideal es contar con un sistema de ventilación mecánico para poder renovar el aire y filtrarlo. Pero, si no se dispone de él, una alternativa es usar un purificador de aire.

Este tipo de soluciones son más importantes en hogares afectados por una elevada humedad, así como en aquellos en los que se fume. Las personas que sufren alergias o problemas respiratorios son las que deberían de optar por un sistema de purificación del aire, ya que son muchos los agentes de polución que se cuelan en nuestros hogares:

  • El polvo es uno de los mayores enemigos del aire, y es muy difícil de eliminar incluso con una buena limpieza.
  • El polen procedente de exteriores también influye negativamente en nuestra calidad de aire en interiores.
  • Los detergentes y desinfectantes que usamos en nuestras viviendas liberan agentes contaminantes.
  • El pelo de nuestras mascotas también puede afectar a la calidad del aire.

Para ello, el uso de un purificador de aire puede solventar este problema de contaminación y limpiar las estancias para poder respirar mejor. Además, son ideales para reducir la exposición a las alergias. Y podemos comentar que llegan a ser capaces de eliminar la gran mayoría de contaminación de aire en la estancia donde se coloquen.

Su funcionamiento es sencillo. Los purificadores disponen de un sistema de filtrado de varios niveles que, paso a paso, limpian el aire del lugar donde se encuentren. El aire sucio es extraído mediante un ventilador colocado frente a una rejilla de entrada. Lo primero es que un primer filtro recoge las partículas más grandes.

Posteriormente, el aire pasa por otro tipo de filtros de carbono que reducen los malos olores. Luego, por otros filtros más específicos que atrapan las partículas contaminantes más pequeñas, como son los gases metálicos y el humo del tabaco. Si bien existen diferencias entre los diferentes tipos de purificadores de aire, estos tipos de filtros suelen ser los habituales. Aunque también es posible encontrar otros filtros, como los ionizadores, que aseguran una mayor limpieza.

El purificador expulsa el aire filtrado y limpio mediante un ventilador situado al otro lado del dispositivo. Y con ello logra limpiar el ambiente de cada estancia.

El uso de un purificador de aire no es tan eficaz como el de un sistema de ventilación mecánico de doble flujo, ya que el purificador se centra en el aire que se almacena dentro del hogar, mientras que la ventilación de doble flujo introduce aire del exterior filtrado previamente. Pero los purificadores son una alternativa a tener en cuenta para limpiar de impurezas nuestros hogares.

 

La necesidad de un purificador de aire

 

Hoy en día limpiar el aire en interiores es imprescindible. Pasamos más tiempo en interiores que en exteriores, con unos trabajos que nos llevan a estar entre paredes. Además, las casas son cada vez más confortables y la mayoría del tiempo de las personas es dentro de casa o de otros edificios.

Igualmente, el aire en el hogar puede estar más contaminado que en la calle. No en vano, la mayor contaminación se produce dentro de casa y no en la calle, como se estima en demasiadas ocasiones. El uso de aparatos de climatización, los electrodomésticos, los productos químicos, el cocinado, la limpieza… todo ello origina una contaminación en casa que, de manera global, es superior a la que se produce en exteriores.

Es por ello que usar un purificador de aire cuenta con numerosas ventajas para nuestra salud:

  • Es ideal para las personas que sufren de problemas con el polen o de otro tipo de alergias. Cabe recordar que en España se estima que hay ocho millones de alérgicos al polen.
  • El uso de un purificador puede aliviar la sensación de sequedad en la piel, el escozor de los ojos o incluso las lágrimas y el enrojecimiento.
  • También evita problemas respiratorios en la parte superior. La congestión y el goteo nasal, la sequedad y el dolor de garganta o incluso los estornudos.
  • Los pulmones se ven igualmente beneficiados, ya que un aire contaminado en interiores puede llegar a causar presión torácica, sensación de ahogo, tos seca o bronquitis.
  • Al limpiar el aire, podemos concentrarnos mejor. La productividad es mayor y también el relax. Dormimos mucho mejor y descansamos mucho más.
  • Las enfermedades más comunes, como son la gripe o los resfriados, son fácilmente evitables respirando un aire de calidad.
  • Por supuesto, un aire limpio es también un aire libre de malos olores.

Si bien un sistema de ventilación mecánico es la mejor solución para limpiar el aire y disfrutar de una estancia libre de contaminación -además no es voluminoso ni ocupa espacio-, la opción del purificador del aire es recomendable para aquellos que no dispongan de sistemas avanzados en casa.