Medir la humedad

La humedad en el hogar es uno de los problemas más comunes que sufrimos en interiores, y es necesario combatir esta lacra. La humedad puede afectar a los edificios y, aún peor, a la salud de las personas. Controlar este problema es importante, por lo que medir la humedad es imprescindible si notas extraños olores en casa o crees que hay demasiado vapor de agua en el aire.

Para entender cómo nos afecta este problema, hemos de entender qué es la humedad relativa. Se trata del porcentaje de cantidad de vapor contenido en el aire a una temperatura específica. De la misma manera, hemos de contemplar lo que es el punto de rocío: la temperatura a la que el vapor podría condensarse en rocío.

Para medir la humedad hemos de tener en cuenta que es complicado si no se hace con un equipo adecuado. Aun así, para una primera aproximación siempre podemos usar trucos sencillos o medidores creados de manera casera.

 
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La humedad también afecta la manera en que sentimos el calor, y no para bien. Cuanta más humedad haya en el ambiente, mayor será la sensación de calor, y a menor humedad sentiremos más frescor. Si sudamos más con humedad es porque nuestro cuerpo no puede eliminarla tan fácilmente a través de nuestra piel.

¿Qué humedad sería elevada? A partir de 55% se considerará que existe un problema y lo notaremos, si bien a menos de 25% también provoca incomodidad. En España, los problemas de humedad suelen originarse por niveles elevados y no por falta de vapor en el aire. Además, si controlamos los niveles de humedad en lo confortable también eliminaremos bacterias, virus y hongos.

La manera más eficiente de medir la humedad es usando un higrómetro, que es el aparato que calcula el porcentaje de vapor de agua en el aire, ya sea en exteriores o en interiores. Existen dos tipos mayoritariamente:

  1. Higrómetros analógicos. Cuentan con un material sensible a la humedad y son similares a los termómetros de toda la vida, con la diferencia de contar con una rueda al estilo de un reloj analógico donde se marcan los valores de humedad. Son baratos y fáciles de usar, si bien tienen un 10% de margen de error arriba o abajo.
  2. Higrómetros digitales. Determinan la humedad relativa con un sensor eléctrico que se ve afectado por la humedad. Los más sencillos son solo para interiores, y tienen la ventaja de ser más específicos que los analógicos. En su pantalla LCD aparecen los valores de humedad y no tienen más margen de error que un 5% arriba o abajo.

Si vas a usar un higrómetro para medir la humedad en tu hogar, has de tener en cuenta lo siguiente:

  • Busca un lugar específico. La humedad depende de la temperatura, por lo que deberás encontrar una zona de tu casa que no esté afectada por ello. Así que evita ponerlo cerca de fuentes de calor y ante todo de lugares donde estén en funcionamiento aparatos de climatización.
  • Cierra las ventanas y las puertas y aleja el higrómetro de ellas. Necesitas evitar las fluctuaciones de temperatura.
  • Deja que actúe unas cuantas horas y no te quedes con la lectura inicial. Haz tres lecturas en horas distintas y luego haz una media de los resultados obtenidos. Será la manera más eficaz de tener un valor realmente representativo.
  • Los higrómetros precisan de calibración. Puedes llevarlo al cabo de un tiempo a una tienda especializada o puedes hacerlo tú mismo. Ponlo en exteriores y mira si coincide el valor obtenido con el que dé la meteorología para ese momento y ajústalo.

Los higrómetros son económicos y te recomendamos hacerte con uno si crees que puedes sufrir problemas por exceso de humedad.

 

El punto de rocío a la hora de medir la humedad

 

Para conocer el punto de rocío en nuestro hogar -como hemos dicho, la temperatura a la que el vapor podría condensarse en rocío- puedes hacerlo de manera sencilla.

Llena una cubeta de metal y con superficie brillante con agua para reflejar la luz y el calor. Coloca dos tercios del tamaño de la cubeta con agua, y luego empieza a echar cubitos de hielo progresivamente. Remueve el contenido hasta que se forme condensación en la superficie de la cubeta mientras sigues echando cubitos.

Llegará un momento que verás que el agua se ha condensado en las paredes de la cubeta, lo que se denomina rocío.

Entonces pon un termómetro en el agua y tendrás el punto de rocío. Que nos dirá la temperatura a la cual el agua satura completamente el aire y a la que el vapor de agua se condensa. ¿De qué nos sirve eso? Básicamente que cuanto más alta sea la temperatura registrada en el termómetro, más notaremos los efectos de la humedad y, ante todo, la manera en que nos afectará.

Ambos métodos nos sirven para poder medir la humedad y ver si podemos tener algún problema por exceso en nuestros hogares.

 
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