Humedades en verano

Llega el buen tiempo y con él se acabaron los problemas de humedades en casa… ¿o no? Se tiende a pensar que los conflictos por excesos de vapor de agua en el aire solo son graves en invierno, cuando hay lluvias, frío y una mayor propensión al malestar general. También se cree que, con el frío, las casas antiguas sin buena ventilación y con ventanas cerradas sufren más esta lacra. Pero lo cierto es que las humedades en verano son igual de dañinas que en invierno, pese a lo que muchas personas puedan pensar.

Esta idea errónea de que la humedad afecta menos en verano tiene su origen en que en invierno estamos en mayor contacto con sus efectos. Por ejemplo, en invierno es más común preocuparse por complicaciones respiratorias relacionadas con el vapor en el aire cuando es fácil pasar un resfriado. Pero también porque en los meses de frío la ropa no se seca con facilidad en interiores y pensamos, erróneamente, que eso provoca humedad.

El hecho de que los días sean grises y a veces lluviosos no significa que nos veamos más afectados por la humedad. Porque este problema, que se nota en el deterioro de los hogares y también en la salud de las personas, tiene que ver con otras causas que no diferencian entre frío y calor. Si bien es cierto que el invierno propicia sus efectos por las bajas temperaturas, lo realmente destacable para que aparezcan las humedades es la forma en que estén construidos los edificios y el clima donde se encuentren.

Aunque las humedades puedan ser más visibles en invierno, la llegada del verano puede ser fatal para un hogar afectado por este prejuicio. Ya que al encontrarse las altas temperaturas con un elevado porcentaje de humedad, puede producirse un fenómeno más dañino, el de las humedades por condensación.

En un hogar afectado por las humedades en verano es posible que notemos cómo en el baño, tras una ducha, nos invada una fuerte sensación de calor. Y que las ventanas se queden muy empañadas. Si durante los meses de más calor vemos que el vaho se instala de forma permanente en espejos y ventanas o que se generan manchas negras y mal olor, hemos de tener en cuenta que seguramente exista un problema de humedad.

Pese a lo que se diga sobre el invierno, las humedades en verano son tan malas como en las épocas frías. Más aún si la colisión de las altas temperaturas con el vapor en el aire se convierte en humedad por condensación. Por eso, es muy necesario conocer si hay un exceso de vapor en el ambiente y poner medidas contra ello.

 

Combatir las humedades en verano

 

Las humedades en verano pueden notarse rápidamente, debido a la facilidad en aparecer olores poco agradables en los meses de más calor. Si, además, vemos manchas en las paredes y moho ya podemos sospechar de que el problema ha ido a mayores, por lo que necesitaremos solucionarlo de raíz. Si tienes dudas, siempre puedes usar un medidor de humedad, que son muy económicos y son la mejor manera de certificar que tenemos un exceso de vapor de agua en el aire.

A partir de aquí, en verano podemos empezar por ventilar mejor. Si no tenemos un sistema de ventilación y vivimos en una casa vieja, al menos se ha de empezar por abrir las ventanas. Sin embargo, las humedades suelen originarse donde más agua hay, que suele ser en la cocina y en el baño.

Muchos baños no tienen ventana, así que la manera más sencilla de eliminar la humedad es instalar un extractor de baño, que se active mediante el interruptor de la luz. Por otro lado, cabe recordar que algunas de las soluciones tradicionales contra la humedad son erróneas, como:

  1. Pintar la zona afectada por la humedad es un error, incluso con pinturas anti-humedad. Solo se tapa el problema temporalmente, pero no se soluciona la causa.
  2. Los recubrimientos con mortero antihumedad suelen ser inefectivos igualmente.
  3. Las planchas para el aislamiento interior suele ser otra de las soluciones contra la humedad que suelen ofrecerse. El problema que pueden ofrecer es que, en demasiados casos, pueden ocultar la humedad pero no acabar con ella.
  4. Las imprimaciones antimoho tampoco dan buenos resultados.

La humedad está en el aire, por lo que es necesario renovar ese aire. Es por ello que el resto de acciones no lograrán nada si no aireamos la estancia afectada. ¿De qué nos sirve pintar una pared, aún con pinturas contra la humedad, si el vapor de agua sigue estando en el ambiente?

En el caso de que sigamos con problemas de humedades en verano, la solución definitiva pasa por instalar un sistema de ventilación mecánico. Así se consigue renovar el aire que respiramos. Por ejemplo, con las instalaciones de ventilación de doble flujo ni siquiera volveremos a ver cristales empañados.