Sondas de calidad del aire interior

¿Cuánto tiempo permanecemos en interiores? Mucho más de lo que normalmente imaginamos. Trabajos de oficina, vida familiar y unos hogares que cada vez son más cómodos y con más recursos de entretenimiento hacen que pasemos mucho tiempo entre paredes. Se estima que gran parte de las personas pasan hasta 20 horas al día en interiores, sobre todo en invierno. Por eso, es necesario conocer si respiramos algo saludable o no. Y para ayudarnos a saberlo existen las sondas de calidad del aire.

En el hogar y en otros espacios cerrados, los riesgos que transporta el aire suelen ser contaminantes y alérgenos, por lo que controlar lo que respiramos se ha convertido en una prioridad. Y en el confort del hogar necesitamos no solo unos lugares mejor climatizados, sino también más seguros y saludables. Una baja calidad del aire se puede traducir en enfermedades, pero también para empresas en una peor productividad y en el hogar en malestar.

En el sector profesional, es muy habitual encontrar un control del aire y también de la temperatura y ventilación. Pero en las viviendas privadas no resulta tan común. En parte es porque aún existe entre mucha gente la falsa creencia de que, en interiores, estamos protegidos contra la polución exterior y no es así.

En la actualidad existen sistemas de ventilación mecánica que han revolucionado la renovación del aire en interiores. Por eso, la necesidad de sensores y otros dispositivos de control son importantes, y en ese terreno están las sondas de calidad del aire, que también pueden estar conectadas a otros mecanismos de ventilación inteligente. Las sondas nos permiten medir y evaluar la salubridad del aire en el lugar donde se instalen.

Las sondas de calidad del aire pueden poner en marcha de manera automática otros sistemas de ventilación. Por ejemplo, si el aire contiene alérgenos u otros elementos dañinos, automáticamente activa el sistema de extracción, además de regular el funcionamiento de los equipos cuando el aire logre unos niveles de calidad óptimos.

Porque muchos de los contaminantes de la calle son los que acaban por invadir nuestros espacios interiores. También influyen en la calidad del aire interior los gases que liberan los productos de limpieza, los aparatos de combustión o incluso el polvo. También puede afectar negativamente en interiores la humedad.

 

Eficiencia energética con sondas de calidad del aire

 

Sondas de calidad del aire

Existen sondas de calidad del aire para estancias y también para conductos, y muchas están pensadas para medir la cantidad de CO2 en el aire. Como hemos comentado antes, este mecanismo hace posible que controlemos la salud del aire que respiramos, pero también se conecta a otros dispositivos. Por eso, es eficiente energéticamente al poder regular los sistemas de ventilación ante cada requerimiento.

Algunos de los beneficios que aportan las sondas son:

  1. Ahorro en costes energéticos y mayor eficiencia energética. Por ejemplo, si el sistema de ventilación mecánico no necesita renovar el aire porque ya se encuentra dentro de los valores normales, la sonda puede mandar orden de regular al mínimo su uso.
  2. El confort en el hogar y también en los entornos de trabajo se ve muy beneficiado. Las personas pueden trabajar mejor o tener mejores sensaciones al respirar un aire limpio. Igualmente, la salubridad del ambiente mejora y las personas se encuentran mejor.
  3. Los ventiladores y también el conjunto del sistema de ventilación que esté ligado a una sonda tienen un menor desgaste. Al poder regularse la ventilación en base a las necesidades del aire, el uso es eficiente e inteligente. Por lo que el ahorro no solo es en la factura de los suministros, sino también en la vida útil de los equipos.

El mejor uso de las sondas de calidad del aire es junto a un sistema completo en el que tampoco falten los sensores y las mejores soluciones de ventilación, como el sistema de ventilación de doble flujo.

En una instalación con detectores de movimiento, sondas de calidad del aire, sistemas de ventilación mecánicos e incluso mecanismos de automatización, el control de la salubridad del hogar resulta mucho más sencillo.

Cabe recordar que en la ventilación comercial  y en los espacios públicos las necesidades son diferentes que en el hogar. Como se especifica en el RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios), existen los siguientes niveles de regulación normativa para la calidad del aire:

  1. IDA 1: aire de óptima calidad. Ofrece regulación para hospitales, centros médicos, laboratorios y también guarderías, entre otros.
  2. IDA 2: aire de buena calidad. Regula las necesidades en espacios públicos y de trabajo como son oficinas y bibliotecas.
  3. IDA 3: aire de calidad media. El resto de lugares públicos como gimnasios, espacios comerciales y otros lugares.
  4. IDA 4: aire de baja calidad. Este nivel es el que no cumple las regulaciones anteriores y no debe aplicarse.

Es por ello que las sondas de calidad del aire pueden ayudarnos a medir la salubridad de lo que respiramos y llevar un control de ello, tanto en espacios comerciales como en nuestros hogares.