Construir una casa

Construir una casa es el sueño de muchas personas. También el negocio de empresas y por supuesto la profesión de arquitectos y diseñadores. En bloques de edificios levantados por empresas promotoras, la experiencia ayuda a que se siga la normativa y se conozcan los costes a los que se enfrentan quienes se dedican a la construcción. Pero en las casas familiares, sobre todo cuando se trata de proyectos más personales, estos detalles suelen ser más complicados y han de mirarse bien.

A la hora de construir una casa, no basta únicamente con la edificación. Se ha de cumplir con una normativa y adaptarse a unos costes que, si no están bien calculados, seguramente se incrementarán por encima de las expectativas. Ajustarse a la regulación y tener una buena previsión de costes es imprescindible.

Por otro lado, edificar ha de hacerse en base a la normativa vigente. Con ello, además, evitamos muchos de los problemas habituales en construcciones, como puede ser el problema de la humedad en las viviendas.

Del mismo modo, se puede optar por una edificación inteligente y buscar métodos para apostar por la eficiencia energética. Los modernos sistemas de ventilación de doble flujo o las tecnologías que montan las casas pasivas posibilitan hogares en mejores condiciones, que además son muy ahorradores.

Es por eso que es imprescindible que el arquitecto y el diseñador sepan adaptarse a la normativa vigente, pero también que puedan aprovecharse de las nuevas tecnologías y de los avances en el sector para evitar casas que necesiten demasiada energía.

 

Adaptarse a la normativa para construir una casa

 

Construir una casa

A la hora de construir una casa en España, la normativa que rige todo es el Código Técnico de la Edificación, conocido como CTE. En dicho texto se exponen diferentes documentos con las necesidades, obligatoriedades y también las referencias hacia las normativas de la Unión Europea. Dicho código de edificación es el pilar normativo básico en nuestro país.

Gracias al CTE, se pueden aplicar también todas las directivas europeas, que son recogidas por el documento. En los últimos años, el Código Técnico de la Edificación ha incluido numerosos apartados en eficiencia energética que han de aplicarse a la hora de construir una casa. Cada vez más, la regulación obligatoria hace más hincapié en el ahorro de energía para levantar nuevas edificaciones o renovar casas. Esto es lo que también se conoce como rehabilitación eficiente.

El arquitecto que se encargue de elaborar los planos de la casa y que tenga en cuenta los materiales y todo lo relacionado con la edificación deberá seguir el CTE. Adaptarse a esta normativa no solo es imprescindible, sino que es necesario por Ley para que la vivienda pueda ser certificada.

 

Controlar los costes al construir una casa

 

Reducir la factura de la luz

Toda la normativa europea y lo que se recoge en el Código Técnico de la Edificación abre una nueva ventana de posibilidades al poder apostar por la eficiencia energética y construir de manera sostenible. Sin embargo, ¿eso incorpora más gastos o supone ahorros en la construcción?

En este caso, para evitar costes innecesarios y controlar el gasto, en la última década se apuesta por construir casas cuyo precio de fabricación pueda recortarse con materiales más económicos. De esa manera puede sufragarse el incremento en sostenibilidad. No obstante, se han de escoger materiales igualmente los que no afecten negativamente al ciclo de vida de la vivienda. De nada nos sirve ahorrar en suministros durante la vida útil de la casa si luego fallan los materiales por un desgaste prematuro.

Ha de asegurarse la sostenibilidad del edificio a construir. Según cómo se construya una casa y del tipo de materiales que se usen, durante la vida útil de una vivienda los costes totales en energía y agua pueden suponer entre el 25% y el 75% de lo que costara su construcción. Y de ello dependerá la manera en que se construya y si se han aplicado criterios de eficiencia energética. Por ejemplo:

  • Hay que buscar fuentes de energía renovables. Unas ventanas más grandes pero que a la vez aíslen del frío y del calor nos permiten ahorrar en climatización y sobre todo en iluminación durante las horas de sol.
  • Recoger el agua de la lluvia o instalar placas solares, en según qué casas, puede suponer un ahorro enorme en suministros.
  • Se ha de apostar por sistemas de ventilación pasivos y otros mecánicos que ahorren costes. Así se pueden esquivar gastos en aire acondicionado y calefacción.
  • La vivienda ha de contar con paredes bien aisladas y su orientación ha de calcularse en función de las condiciones naturales y climatológicas del lugar.

Por supuesto, la instalación de muchos de estos sistemas de eficiencia energética puede incluir mayores gastos en el momento inicial de construir una casa. No obstante, han de calcularse las posibilidades de ahorro en muy poco tiempo. Es posible que en una década se hayan amortizado los gastos en sistemas ecológicos y que supongan un importante ahorro en suministros. Si la vida útil de la vivienda será de varias décadas, en ese caso merece la pena gastar un poco más en, por ejemplo, sistemas de ventilación y de ahorro de energía.