Controla la humedad ambiental de tu hogar con una ventilación eficiente
Un aire interior de calidad es un aire libre de partículas contaminantes cuyo nivel de humedad está dentro de los límites recomendables (40-60%). Controlar este parámetro es esencial para proteger la salud de los ocupantes, pues ella es la causante de múltiples dolencias y trastornos (reúma, artritis, procesos gripales, alergias…). En el presente artículo te presentamos qué es la humedad ambiental, qué influencia tiene sobre nuestra salud y cómo un buen sistema de ventilación es primordial para evitar los problemas que de ella se derivan.
¿Qué es la humedad ambiental?
La humedad ambiental es la cantidad de vapor de agua que contiene el aire. Cabe recordar que el aire, además de por gases, está compuesto de vapor de agua, incluso en las zonas secas. Es un parámetro a tener en cuenta cuando se habla de confort térmico, pues la humedad tiene una influencia directa sobre la temperatura de sensación. Si hablamos de la cantidad de vapor de agua (gr) por unidad de volumen de aire (m3), hablamos de humedad absoluta. Si hablamos de la cantidad de vapor de agua real que contiene el aire en comparación con la máxima que este puede contener, hablamos de humedad relativa.
La humedad en nuestros hogares
Las acciones cotidianas realizadas en los diferentes locales de nuestra vivienda (cocinar, aseo personal, lavar la ropa, los platos, la transpiración y respiración de los seres vivos que la habitan, etc.) genera humedad en el ambiente. Por otro lado, una ventilación no controlada puede introducir aire del exterior con una tasa de humedad excesiva.
En la actualidad, los edificios son cada vez más herméticos y están mejor aislados, para cumplir con las obligatorias exigencias en materia de eficiencia y medioambiente. Ello provoca que la tasa de renovación de aire sea cada vez más insuficiente, si no se cuenta con sistemas de ventilación mecánica capaces de garantizar una ventilación de los espacios que insufle un aire exterior limpio y extraiga el aire interior contaminado del interior. Cabe recordar que los edificios han ido ganando en eficiencia energética en detrimento de la tasa de intercambio de aire.
La humedad y las partículas contaminantes
Una ventilación insuficiente se traduce en una tasa de humedad elevada y un aire interior con un elevado nivel de contaminantes. Hay tres clases de contaminantes en el aire:
- Contaminantes químicos. Pueden ser expelidos por el propio organismo de los seres vivos (dióxido de carbono, como resultado de la respiración) o por los propios materiales de construcción y mobiliario.
- Contaminantes radiológicos (radón). Este gas tóxico se origina a partir de la descomposición radiactiva natural del uranio (presente en suelos y rocas).
- Contaminantes biológicos. Son originados por los ocupantes de los edificios y encuentran su caldo de cultivo ideal en zonas con unos niveles elevados de humedad (zonas húmedas —baños y cocinas— con una ventilación deficiente, aparatos de aire acondicionado, humidificadores, áreas en las que se condensa el vapor de agua…).
Controla el nivel de humedad de todos los recintos de tu vivienda y lleva un correcto mantenimiento de las instalaciones térmicas, pues es en la condensación de vapor de agua donde los hongos y las bacterias (legionela) se originan y proliferan.
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