filtros

Los filtros, elementos esenciales en los sistemas de ventilación, son los encargados de retener la suciedad del aire que pasa a través de las bocas de insuflación y de extracción. Su finalidad es, por un lado, impedir que los distintos dispositivos y aparatos que forman parte del sistema se ensucien y, por otro, que penetre la contaminación del exterior a los recintos ocupados.

 

Filtros y normativa vigente

De acuerdo con el CTE DB HS3 Calidad del aire interior, los filtros de los sistemas de ventilación y climatización deben revisarse cada 6 meses para verificar su estado y limpiarse o, en su caso, sustituirse cada año.

Según el RITE (Reglamento de instalaciones térmicas en los edificios), la filtración del aire insuflado al interior de los recintos ha de cumplir con las exigencias de calidad del aire interior, en función del uso del edificio y la calidad del aire del exterior.

 

Clasificación

La norma que clasifica los filtros de aire es la UNE-EN 779 Filtros de aire utilizados en ventilación general para eliminación de partículas. Determinación de las prestaciones de los filtros. Establece filtros de clase G y filtros de clase F. Los primeros son filtros de polvo grueso que se clasifican en función de su capacidad para retener partículas. Los segundos, filtros de polvo finos que se clasifican en función de su eficiencia.

Así, en el primer grupo se encuentran los siguientes tipos:

• G1: con un porcentaje de retención de partículas que oscila entre el 50%y el 65%.

• G2: con un porcentaje de retención de partículas que oscila entre el 65%y el 80%.

• G3: con un porcentaje de retención de partículas que oscila entre el 80%y el 90%.

• G4: capaces de retener hasta el 90% de las partículas del aire.

Y en el segundo, los siguientes:

• F5: con una eficiencia que oscila entre el 40% y el 60%.

• F6: con una eficiencia que oscila entre el 60% y el 80%.

• F7: con una eficiencia que oscila entre el 80% y el 90%.

• F8: con una eficiencia que oscila entre el 90% y el 95%.

• F9: con una eficiencia de hasta el 95%.

Tal y como establece el Reglamento, solo podrán emplearse de clase F5 cuando la unidad de tratamiento de aire (UTA) no incorpore un recuperador de calor y cuando la calidad del aire interior sea de una calidad moderada (IDA 3) o inferior (IDA 4).

 

Los filtros dentro de los sistemas de ventilación

Cabe señalar que a la hora de seleccionar el ventilador apropiado para el sistema, se ha de tomar en consideración la pérdida de presión que supone la suciedad de los filtros. Este dato debe quedar detallado por el fabricante. Sin embargo, es posible que cuando se disponen dos filtros en serie, estos no se ensucien de igual forma ni en el mismo grado. Técnicos especializados deberán estudiar el sistema para establecer unas pérdidas de presión y evaluar los cambios de caudal que provoca la suciedad. Asimismo, también deberán considerar la opción de incorporar variadores de frecuencia para equilibrar la pérdida de presión de los mismos y asegurar que la presión de salida (el caudal) es constante.

 

Filtros de aire y salud

Para garantizar un aire interior de calidad en nuestros edificios, es de vital importancia incorporar filtros eficaces de alta calidad que retengan las partículas contaminantes del aire exterior. Recuerda que un aire filtrado es la solución ideal a los problemas de alergias que pueden sufrir los ocupantes como consecuencia de las partículas de polvo, polvo u hollín que puede transportar el aire.

 

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