calor

El recuperador de calor es un elemento esencial en los sistemas de ventilación mecánica de doble flujo. En el presente artículo te explicamos cómo funciona este componente cuya finalidad es aumentar la eficiencia energética de la instalación.

El empleo de un recuperador de calor en los sistemas de ventilación hace posible la utilización del calor sensible, latente y sobrante de la propia instalación. Con ello, se obtiene una reducción en el consumo energético y, en consecuencia, un considerable ahorro económico.

 

Hacia un mundo más sostenible

La Unión Europea, a través de su directiva EU 2010/31, persigue la construcción de un parqué inmobiliario sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Para ello, fomenta los NZEB, Nearly Zero Energy Building (EECN, Edificios de consumo casi nulo, pos sus siglas en castellano). Los datos arrojados por el IDEA en su Análisis del consumo energético del sector residencial en España muestran que “las necesidades energéticas en España del sector residencial, en términos de energía final, significan el 17% del consumo final total y el 25% de la demanda de energía eléctrica”. Para conseguir el objetivo dictado por la Unión Europea, los recuperadores de calor son esenciales.

El Código Técnico de la Edificación (CTE DB HE, Ahorro de energía) también hace especial hincapié en la urgencia de reducir el consumo energético e insiste en que en la utilización de los edificios ha de hacerse un uso racional de la energía, empleando, en la medida de lo posible, energía renovable.

 

¿Cómo puedo aumentar la eficiencia de mi sistema de ventilación?

Gracias a dos sistemas de ventilación, reducir el consumo de energía en tu edificio es posible. Se trata, por un lado, del Sistema de Ventilación Doble Flujo Descentralizada y, por otro, del Sistema de Ventilación Doble Flujo Centralizado.

En el primer caso, ideal para proyectos de rehabilitación (dado el poco espacio que necesita), se instala el equipo en la fachada de cada una de las viviendas del edificio. El sistema se encarga de extraer el aire viciado de las estancias e insuflar un aire fresco, limpio y libre de impurezas. En el segundo caso, dos extractores colectivos (un grupo de insuflación y un grupo de extracción) se disponen en la cubierta del edificio.

En ambos sistemas, el recuperador de calor aprovecha la energía calorífica del aire expulsado para calentar el aire limpio insuflado, de manera que se puede llegar a recuperar hasta un 94% de la energía.

 

Eficiencia del recuperador de calor

Para conocer la eficiencia de un recuperador de calor, primero se debe conocer la energía que el componente es capaz de recuperar. Según el RITE, en su documento informativo “Ahorro y recuperación de energía en instalaciones de climatización”, para saber la energía (E) que es capaz de recuperar un recuperador de calor se debe multiplicar el caudal másico (mas), la diferencia de entalpía (Δh) del aire entre la entrada y la salida en el recuperador y el tiempo que este está en marcha (t). De modo que E = mas Δh t

La eficiencia (ε) de cualquier recuperador la obtendremos al dividir la cantidad de energía recuperada entre la cantidad máxima de energía recuperable. Así, ε = Cantidad de energía recuperada / Cantidad máxima de energía recuperable.

 

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