La calidad del aire interior en colegios y centros educativos
La mayoría de las personas son conscientes del daño que produce la contaminación atmosférica del aire exterior. Sin embargo, la contaminación del aire interior de los edificios tiene un efecto aún mayor sobre la salud de las personas. En el caso de la calidad ambiental de los colegios, ésta tiene un papel importante en la salud y el rendimiento académico de los niños. Los menores pasan gran parte de su tiempo en los colegios y son mucho más propensos que los adultos a verse afectados negativamente por la contaminación del aire interior. Respiran un mayor volumen de aire respecto a su peso corporal y esto les lleva a acumular una mayor carga de contaminantes en sus cuerpos. Los estudios científicos demuestran que una mala calidad del aire interior origina problemas de salud como asma, alergias, y también falta de atención y asistencia.
Exigencias del RITE en materia de ventilación y calidad del aire para colegios y centros educativos
En España el RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios) desde el año 2007 establece la obligatoriedad para los nuevos proyectos de edificación de disponer sistemas de ventilación mecánica en el caso de los colegios. Las ultimas vías de investigación están estudiando cómo los contaminantes del aire interior, en concreto las partículas menores (PM 2.5), deterioran directamente el desarrollo cognitivo de los niños. Gracias a las exigencias del RITE, en España se están instalando actualmente unidades de ventilación y purificación de aire tipo SIAV, basadas en el Método Directo de Calidad del Aire, que diluyen y filtran estos contaminantes perjudiciales para los niños.
El Método Directo de Calidad de Aire no sólo tiene en cuenta a las personas, sino también los materiales y la calidad del aire exterior donde está emplazado el edificio y otros aspectos generalmente ignorados por los métodos tradicionales como la eficacia en el filtrado de los sistemas de ventilación. Los sistemas actuales incluyen baterías de filtros tanto para la filtración de partículas como de gases y compuestos orgánicos volátiles.
También tienen una especial importancia hoy en día los sistemas de ventilación mecánica de alta eficiencia energética. Estos sistemas con el fin de evitar las pérdidas térmicas, adaptan los caudales de renovación de aire a la ocupación real de los locales. Suelen ser de dos tipos: el monozona, en el que un ventilador controla un solo local o el multizona en el que cada ventilador es capaz de abarcar varias aulas o locales.
Tasas de emisión de contaminantes: Olf y Decipol
Estos métodos admitidos por el RITE, adoptan el método olfativo desarrollado por el profesor P.O. Fanger, quien estableció dos nuevas unidades de medida empleadas en los sistemas de ventilación: el Olf (de latín olfactus) es la tasa de emisión de los contaminantes producidos por una persona estándar, adulta, que trabaja en una oficina o en un puesto de trabajo de tipo no industrial, sedentario, en un ambiente térmico neutro y con un nivel de higiene personal equivalente a 0.7 baños al día. En el caso de una guardería o un colegio la carga sensitiva aplicada para cada niño es de 1,2 y 1,3 olf/ocupante, respectivamente.
El Decipol (del latín pollutio) es la unidad de medida de la calidad del aire percibida y se define como la contaminación causada por una persona estándar (1 olf) con una tasa de ventilación de 10 l/sg de aire no contaminado: 1 decipol = 0.1 olf/l/sg.
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