¿Conoces las exigencias en materia de higienización de los sistemas de ventilación de cada una de las normativas aplicables? A continuación te explicamos los requerimientos del Código Técnico de la Edificación, del Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE, 2007) y de las normas UNE de aplicación (UNE-EN 13403:2003, UNE 100030 IN:2005, UNE-ENV 12097, UNE 100012:2005).

 

Normativa de ventilación

La normativa establece que todos los componentes de los equipos de ventilación “deberán ser accesibles para su limpieza, desinfección, mantenimiento y reparación o sustitución”. Además, estipula que el acabado interior de los conductos ha de soportar las operaciones agresivas de los productos desinfectantes y ofrecer una resistencia mecánica de manera que sea posible resistir los esfuerzos que se derivan de las operaciones de limpieza mecánica.

 

¿Qué peligro esconde el interior de tu sistema de ventilación?

Consciente de la indeseada proliferación de agentes microbiológicos que puede tener lugar en los conductos del sistema de ventilación, la normativa estipula que “los materiales utilizados no deben facilitar (o ser nutrientes para) la proliferación microbiana. Además, todo tipo de materiales utilizados en las planchas de material aislante deben cumplir los requisitos específicos después de haber sido expuestos a veinte simulaciones de limpieza”.

La acumulación de suciedad o agua en el interior de los conductos del sistema de ventilación se encuentra entre las causas de la proliferación de microorganismos, sobre todo de legionela. Por ello, es de suma importancia que el sistema disponga de conductos lisos (y en la medida de los posible, antibacterianos y antiestáticos) para impedir la acumulación de polvo y suciedad en su interior (caldo de cultivo de la contaminación microbacteriana). Además, para evitar el crecimiento de microorganismos, la norma incide en la importancia de que las esquinas de los conductos (en caso de ser rectangulares) sean redondeadas (para facilitar las operaciones de limpieza).

 

Higienización

La normativa aplicable expone diferentes métodos de higienización para llevar a cabo las necesarias acciones de limpieza: aspiración, utilización de aire comprimido (aire a presión) y cepillado (se deben evitar los cepillos metálicos). Se ha de tener en cuenta que las chapas han de estar preparadas para soportar acciones de limpieza correspondientes a un periodo de vida útil de dos décadas (una anual) sin que estas sufran daño alguno (desprendimientos, desconchones, material erosionado y delaminación del material).

 

Evaluación o revisión de las UTA (unidades de tratamiento de aire) y de los conductos de los sistemas de ventilación

Para la evaluación o revisión de las UTA y de los conductos, se establecen los siguientes requerimientos:

Para unidades de tratamiento de aire:

  • Industrial, residencial, oficinas, restauración y comercial: 1 año
  • Edificios sanitarios y de usos especiales: 6 meses

Para la red de conductos:

  • Industrial, oficinas, edificios sanitarios y de usos específicos, y restauración: 1 año
  • Residencial y comercial: 2 años

El CTE, por su parte, establece que los conductos de admisión, además de tener un acabado interior que impida la acumulación de polvo y suciedad, han de ser practicables para su e higienización como máximo cada 10 metros. En cuanto a los conductos de extracción, estos “deben tener un acabado que dificulte su ensuciamiento y deben ser practicables para su registro y limpieza en la coronación y en el arranque”.

Las operaciones de mantenimiento que estipula el CTE es la siguiente:

  • Limpieza de conductos, aberturas y filtros: 1 año
  • Comprobación de la estanqueidad de los conductos: 5 años
  • Revisión del estado de los filtros: 6 meses

 

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