casas pasivas

Seguro que has oído hablar del concepto “casas pasivas”. A continuación, te explicamos qué es y cuáles son los criterios que se deben cumplir para obtener el certificado Passivhaus, para obra de nueva construcción, y el certificado EnerPhit, para obras de rehabilitación.

 

¿Qué son las casas pasivas?

Tal y como nos recuerda la Guía del estándar Passivhaus, de Fenercom (Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid), el concepto de “casa pasiva” empieza a utilizarse en el contexto energético del sector de la edificación, ofreciendo una visión totalmente nueva e inédita en nuestro país. Passivhaus no pretende que, con el fin de acercarse a la autosuficiencia energética, se implementen diferentes tipos de energías renovables en construcciones existentes ineficientes. Lo que propone es llevar a cabo construcciones que consuman la “mínima energía necesaria”. Para ello, ofrece un método de actuación, es decir, una sucesión de pasos, que afectan tanto al proceso de diseño como al de ejecución, y que posibilitan la obtención de edificios cuya demanda de energía para confort térmico es mínima.

Sabiendo que todos los profesionales de todas las disciplinas deben trabajar juntos para obtener el mejor de los resultados, la Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP), además de llevar a cabo un intenso trabajo de divulgación por todos los rincones de nuestra geografía con la ayuda de sus socios y la contribución de agencias autonómicas de la energía, busca sinergias con otros sellos de edificación sostenible.

 

EnerPHit: estándar Passivhaus (casas pasivas) para rehabilitaciones

Con unas condiciones menos estrictas que el certificado Passivhaus, específico para obras de nueva construcción, el instituto también ofrece el certificado EnerPHit, específico tan solo para las obras de rehabilitación.

La vida útil de un edificio es muy larga. Por ello, todas las actuaciones que llevemos a cabo para su mejora y buen envejecimiento han de resultar rentables con el transcurso del tiempo. Gracias a los avances en el conocimiento y en la tecnología, actualmente es posible llevar la eficiencia energética al extremo, mejorando la envolvente de nuestros edificios y extrayendo el máximo provecho de las ganancias térmicas tanto exteriores como interiores. No utilizar estos recursos que tenemos a nuestro alcance supone condenar a los edificios a nuevas actuaciones de rehabilitación, además de desaprovechar la ocasión de garantizarles una larga vida en unas condiciones de habitabilidad, funcionalidad y estética óptimas.

La experiencia nos ha demostrado que es posible una rehabilitación energética de edificios utilizando componentes Passivhaus, de manera que se pueden conseguir todos los beneficios que su aplicación comporta, como son la mejora de la calidad del aire interior, la mejora del confort térmico y acústico, la aminoración drástica del consumo energético y, como consecuencia de todos los anteriores puntos, una revalorización de los edificios.

En cuanto a la limitación de la demanda de energía y la hermeticidad del edificio, el estándar Passivhaus estipula unos requerimientos muy exigentes. Debido a las dificultades que entraña el proceso de rehabilitación de un edificio existente, en estos casos el certificado que se ofrece es el EnerPHit, específico para obras de rehabilitación. De carácter más flexible que el certificado Passivhaus, mantiene sus principios y aplica soluciones específicas que se adaptan a las particularidades de los edificios a rehabilitar.

 

¿En qué se diferencian el certificado EnerPHit y el certificado Passivhaus?

De acuerdo con la certificación Passivhaus, los principales criterios del estándar para las casas pasivas son los siguientes:

  • La demanda de energía para calefacción (Qh) ha de ser inferior o igual a 15 kWh/m²a
  • La demanda de energía para refrigeración ha de ser inferior o igual a 15 kWh/m²a
  • El consumo de energía primaria para calefacción, refrigeración, agua caliente sanitaria (ACS) y electricidad ha de ser inferior o igual al resultado de la siguiente fórmula: 120 kWh/m2a + [(Qh – 15 kWh/m2a) × 1,2]
  • La envolvente exterior del edificio ha de tener una estanqueidad n50 ≤ 0,6/h

De acuerdo con la certificación EnerPHir, los principales criterios del estándar son los siguientes:

  • La demanda de energía para calefacción no puede exceder de los 16 kWh/m²a
  • La demanda de energía para refrigeración no sobrepasará los 25 kWh/m²a
  • La frecuencia de sobrecalentamiento (25ºC) será inferior al 10%
  • La transmitancias térmica (U) de los elementos constructivos han de cumplir con los siguientes estándares:
  • En los elementos opacos en contacto con el aire exterior (a excepción de la cubierta) ha de ser inferior o igual a 0,15 W/m2k
  • En la cubierta no ha de sobrepasar los 0,13 W/m2k (para terrazas, 0,15 W/m2k)
  • En elementos opacos en contacto con el terreno y en sótanos no calefactados se ajustará a la siguiente fórmula: f × U ≤ 0,15 W/m2k (siendo f el factor de reducción del terreno en la hoja Terreno del programa de cálculo PassiveHaus, PHPP).
  • En ventanas la transmitancia ha de ser inferior o igual a 0,85 W/m2k
  • Cuando se lleve a cabo una ventilación controlada, la eficiencia ha de ser superior o igual al 75% y la eficiencia eléctrica del sistema de ventilación igual o inferior a ≤ 0,45 Wh/m3
  • El valor límite de la hermeticidad al aire ha de ser n50 ≤ 1,0 h-1 y el valor objetivo, n50 ≤ 0,60 h-1

[kWh/m2a = Kilowatios hora por metro cuadrado y año]

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